Hice el Camino en 1993 andando desde León hasta Compostela. Al regreso formamos un grupo de 6 personas que fundó la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León y pusimos en marcha el primer Albergue de Peregrinos que tuvo la ciudad en la época moderna en el Monasterio de monjas benedictinas “Santa María de Carvajal” de León o “carvajalas” como se las denomina popularmente, donde aún continúa establecido.
En el Camino me decidí a establecer un negocio de librería anticuaria y al momento de buscar un local comercial resultó que el más idóneo estaba justo en el el Camino de Santiago a su paso por la ciudad de León, el tramo que va de la Catedral a la Basílica de San Isidoro. De ahí el nombre que escogí para la librería: Librería Anticuaria El Camino de Santiago.
El nombre me convino tanto por la ubicación física de la tienda en el propio Camino como por las connotaciones tradicionales que tiene “El Camino de Santiago” en el más amplio, español, cristiano, europeo y occidental sentido tanto en el orden geográfico e histórico como en el aspecto cultural y el espiritual, con las que me identifico profundamente.
Además de ser una ruta que atraviesa Europa y el norte de España, “El Camino de Santiago” es también una Vía espiritual para la cual hacen falta muchos libros. Quizá por eso me convertí en librero y le di este nombre a mi librería. El Campo de las Estrellas – Compostela - dicen que no se alcanza sin libros aunque pueda llegar el día –si el peregrino no abandona- en que ya no le sean necesarios. Como le pasó a Don Quijote que al final recobró la cordura quemados ya los libros. Enigma para sí mismo y para los demás.